4 maneras de ayudar a tu hijo a dormir lo suficiente

Uno de los temas más importantes para el correcto desarrollo de un niño es el sueño. Es por eso que le hemos pedido a nuestra psicóloga de cabecera Mag.rer.nat. Mariana López, que nos ayudara a tocar este tema y nos ha recomendado el siguiente artículo de la Universidad de Harvard sobre los hábitos saludables del sueño en los niños.

Ella estudió la Licentura en Psicología e hizo una Maestría en Neurociencias Cognitivas por la Universidad de Salzburgo, Austria. Centra su trabajo sobretodo en temas de desarrollo infantil y aprendizaje. La psicóloga nos hablaba de la importancia de un correcto manejo del sueño para un niño y cómo nota que en la sociedad no se le da la atención necesaria a este tema.

Sabemos que como todos, los niños necesitan dormir. Si no dormimos lo suficiente, nos ponemos malhumorados. Pero para los niños, es especialmente importante porque los efectos de la privación del sueño pueden conducir a problemas de por vida. Los estudios han demostrado que no dormir lo suficiente puede contribuir a la obesidad. Pero aún más inquietante, pueden terminar con problemas de conducta y aprendizaje que persisten durante años afectando su vida.

Es importante mencionar que el uso de dispositivos como teléfonos celulares y tabletas también tiene implicaciones negativas para el sueño.

¿Cuánto sueño necesita tu hijo? Estas son las cantidades recomendadas:

Bebés: 12 a 16 horas (incluyendo siestas)
Niños pequeños: de 11 a 14 horas (incluyendo siestas)
Niños en edad preescolar: de 10 a 13 horas (incluyendo siestas)
Grados escolares: de 9 a 12 horas

Al final, depende de tu hijo. El número inferior es el mínimo absoluto; algunos niños necesitan cerca del máximo para funcionar bien. Muchos niños no duermen lo suficiente.

Aquí hay cuatro maneras de ayudar a tu hijo a dormir lo suficiente

1. Hacer el sueño una prioridad. Al igual que programamos el tiempo para deportes, tareas,  y otras actividades, programa el tiempo para dormir. Literalmente, tomando en cuenta la hora en que necesita levantarse por la mañana, y el número de horas que necesita dormir, establece una hora de acostarse no negociable.

2. Comienza la rutina antes de acostarte. Ninguno de nosotros puede ir directamente de una actividad física o mentalmente intensa hasta el sueño. Si la hora de acostarse es a las 9:00 pm, eso significa que tu hijo necesita empezar a bajar su actividad entre 8 y 8:30 para que esté listo para dormirse sin problemas a la hora prevista.

3. Apaga las pantallas. La luz azul emitida por las pantallas puede despertar el cerebro y hacer más difícil quedarse dormido. Esto es particularmente cierto para «pantallas pequeñas» como teléfonos o tabletas que se mantienen más cerca de la cara. Apártalas una hora antes de que quieras que tu hijo esté dormido.

4. Mantén las mismas rutinas de sueño los fines de semana y las vacaciones. Un poco de margen de maniobra está bien, como quedarse hasta una hora o más tarde si tu hijo puede y va a dormir más tarde por la mañana.

Recuerda que los niños prestan más atención a lo que hacemos que lo que decimos. Si haces de tu sueño una prioridad, pondrás un buen ejemplo.

Aquí les dejamos el link del artículo publicado por Claire McCarthy, MD de la Universidad de Harvard:

4 ways to help your child get enough sleep